lunes, 8 de diciembre de 2008

El Duelo

Si has perdido a un ser querido, es posible que estés sintiendo distintas emociones. Es probable que estés triste, preocupado o asustado. Tal vez no estés preparado, estés impresionado o confundido. Puedes sentirte enojado, engañado, aliviado, culpable, exhausto o simplemente vacío. Tus emociones pueden ser más intensas o más profundas que lo habitual, o estar entremezcladas de una manera que nunca habías experimentado.

También habrás notado que tu pérdida está afectando tus pensamientos y tu comportamiento. Si estás afligido, es posible que te cueste concentrarte, dormir, comer o sentir interés por las cosas que solías disfrutar. Quizás intentes actuar como si estuvieras bien (aun cuando no lo estés), porque deseas ser fuerte frente a otra persona. Y es posible que te preguntes si alguna vez superarás la pérdida de alguien que significa tanto para ti.

Todas estas emociones son reacciones naturales frente a la muerte de un ser querido. Son parte del proceso de duelo.

¿Qué es el duelo?

El duelo es la aflicción que siente la gente cuando sufre la pérdida de un ser querido. Existen muchos tipos de pérdidas y no todas se relacionan con la muerte. Una persona también puede hacer duelo tras la ruptura de una relación íntima o después de que uno de los padres se va del hogar.

El duelo es una reacción natural frente a la pérdida de alguien importante. El duelo también es el nombre del proceso de recuperación que una persona atraviesa después de la muerte de un ser querido. El proceso de duelo lleva tiempo y el alivio suele aparecer en forma gradual.

Si bien todos experimentamos dolor cuando perdemos a una persona, el duelo afecta a las personas de distintas maneras. La manera en que te afecte depende, en parte, de tu situación y de tu relación con la persona que falleció.

Las circunstancias en las que muere una persona pueden influir en los sentimientos del duelo. Por ejemplo, si una persona estuvo enferma mucho tiempo o era muy vieja, es probable que esperaras su muerte. Aunque no necesariamente esto haga que sea más fácil aceptarlo (y el sentimiento de duelo estará presente de todos modos), algunas personas descubren que saber que alguien va a morir les da tiempo para prepararse. Y si un ser querido sufre mucho antes de morir, las personas pueden incluso tener una sensación de alivio cuando llega la muerte. Si la persona que falleció era muy joven, por el contrario, es posible que tengas una sensación de que es terriblemente injusto.

Pero perder a alguien repentinamente puede ser muy traumático, sin importar la edad de la persona. Tal vez alguien a quien conoces murió inesperadamente; como resultado de un acto de violencia o de un accidente de automóvil, por ejemplo. Puede llevar mucho tiempo superar una pérdida repentina, porque quizá sientas que el acontecimiento y los intensos sentimientos que lo acompañan te tomaron desprevenido.

Perder a alguien porque cometió un suicidio puede ser especialmente difícil de enfrentar. La gente que pierde amigos o familiares por un suicidio puede experimentar un profundo sentimiento de desesperación o tristeza, porque se siente incapaz de comprender qué pudo haberlo llevado a tomar una medida tan extrema. Incluso pueden sentir enojo contra esa persona: una emoción totalmente normal. O pueden sentirse culpables y preguntarse si podrían haber hecho algo para evitar el suicidio. En algunos casos, después de una pérdida traumática, una persona puede deprimirse y necesitar ayuda especial para aliviarse.
Si perdiste a un familiar cercano, como un padre, un hermano o una hermana, es posible que sientas que te robaron el tiempo que deseabas pasar con esa persona. También puede ser difícil expresar tu propia aflicción cuando los demás miembros de tu familia también están afligidos. Algunas personas pueden esconder su propia aflicción o evitar hablar de la persona que falleció, porque tienen miedo de entristecer a un padre o a otro miembro de la familia.

El duelo puede hacer que algunas personas se sientan culpables sin motivo alguno. Dependiendo de las circunstancias, algunas personas pueden preguntarse si algo que hicieron (o dejaron de hacer) causó la muerte de esa persona. Otros pueden pensar que si hubieran sido mejores personas, tal vez su ser querido no habría muerto. Estas cosas no son ciertas, por supuesto, pero a veces estos sentimientos y estas ideas son una manera de intentar darle sentido a algo que es difícil de comprender.

Todos estos sentimientos y reacciones son normales. Pero ¿qué puede hacer una persona para superarlos? ¿Cuánto dura el duelo? ¿Alguna vez todo volverá a la normalidad? ¿Y cómo vas a seguir adelante sin la persona que falleció?

Enfrentar el duelo

El proceso de duelo es muy personal e individual; cada persona lo atraviesa de manera diferente. Algunas personas buscan el apoyo de otras y encuentran alivio en los buenos recuerdos. Otras tratan de mantenerse ocupadas para alejar su mente de la pérdida. Algunas personas se deprimen y se alejan de sus amigos, o evitan los lugares o situaciones que les recuerdan a la persona fallecida. Así como la gente siente el duelo de muchas maneras diferentes, también lo maneja de manera diferente.

A algunas personas, las puede ayudar hablar con otros de su pérdida. Algunas lo hacen natural y fácilmente con amigos y familiares; otras hablan con un terapeuta profesional. Algunas personas pueden no sentir ganas de hablar mucho del tema, porque les cuesta encontrar palabras para expresar una emoción tan profunda y personal, o se preguntan si hablar les hará sentir más dolor. Esto está bien, siempre y cuando encuentres otras maneras de hacer frente a tu dolor.

Unas pocas personas canalizan su dolor involucrándose en actividades peligrosas y autodestructivas. Hacer cosas como beber, drogarse o cortarse el cuerpo para escapar de la realidad de una pérdida puede aplacar el dolor, pero la sensación es únicamente temporal. La persona no está realmente enfrentando el dolor; simplemente lo está enmascarando, lo que hace que esos sentimientos se acumulen en el interior, prolongando el duelo.

Si el dolor parece empeorar, si sientes deseos de lastimarte a ti mismo o tienes pensamientos suicidas, habla con alguien en quien confíes y dile cómo te sientes.

Patrones del Duelo

Varios autores (inclusive Freud, Engel y Parkes) han descritos las etapas y procesos característicos del duelo. Por ejemplo, Engel (1962) utiliza el concepto de trabajo de duelo para referirse al proceso de luto por el que atraviesa una persona afligida para adaptarse a la pérdida comprende tres fases:

· Incredulidad y choque. La reacción inicial a la pérdida que puede durar hasta unos cuantos días e implica rehusarse a aceptar la verdad de lo que ha sucedido.

· Desarrollo de la conciencia. La comprensión y reconocimiento gradual de lo que ha sucedido y que con frecuencia se acompaña de brotes agudos de dolor y culpa. También son comunes apatía, cansancio extremo y enojo, donde este último se relaciona de manera cercana con culpa y acusaciones hacia uno mismo y en este momento es importante que existan personas alrededor que estén dispuestas simplemente de escuchar y tolerar la expresión de todos estos sentimientos.

· Resolución. Implica el establecimiento de una nueva identidad, la completa aceptación de lo que ha sucedido y señala la terminación de trabajo de duelo. La persona afligida toma un punto de vista realista de su situación, resuelve enfrentarla sin el ser amado y comenzar una nueva vida.

Cuidarte a ti mismo

La pérdida de un ser querido puede ser estresante. Cuidarte a ti mismo en cosas pequeñas, pero importantes, puede ayudarte a enfrentarla. Aquí hay algunas cosas que quizá te ayuden:

· Recuerda que la aflicción es una emoción normal. Debes saber que la aflicción puede desaparecer (y va a desaparecer)
· Participa en los rituales. Los servicios religiosos, los funerales y otras tradiciones ayudan a la gente a superar los primeros días y a honrar a la persona que falleció.
· Reúnete con otros. Incluso las reuniones informales de familiares y amigos brindan una sensación de apoyo y ayudan a la gente a no sentirse tan aislada durante los primeros días y semanas del duelo.
· Cuando puedas, habla de ello. A algunas personas las ayuda contar la historia de su pérdida o hablar de sus sentimientos. En ocasiones, una persona no tiene deseos de hablar. Eso también está bien. Nadie debe sentirse presionado a hablar.
· Exprésate. Aun cuando no sientas deseos de hablar, encuentra maneras de expresar tus emociones y tus pensamientos. Comienza a escribir un diario sobre los recuerdos que tienes de la persona que perdiste y de cómo te sientes desde la pérdida. O escribe una canción, un poema o un tributo a la persona que falleció. Puedes hacerlo de manera privada o compartirlo con otros.
· Haz ejercicio. El ejercicio puede cambiar tu humor. Puede resultar difícil sentirse motivado; por lo tanto, modifica tu rutina normal si es necesario.
· Aliméntate bien. Seguramente tengas deseos de saltear comidas o quizá no tengas hambre, pero tu cuerpo necesita comida nutritiva.
· Únete a un grupo de apoyo. Si consideras que puede interesarte concurrir a un grupo de apoyo, pregúntale a un adulto o a un consejero escolar cómo unirte a uno. Lo que debes recordar es que no tienes por qué estar sólo con tus sentimientos o tu dolor.
· Expresa y libera tus emociones. Si tienes deseos de llorar, no te reprimas. No te preocupes si escuchar determinadas canciones o realizar algunas actividades resulta doloroso porque te trae recuerdos de la persona que perdiste. Esto es normal. Después de un tiempo, será menos doloroso.
· Crea un memorial o un tributo. Planta un árbol o una planta, o recuerda a la persona con algo saludable, como participar en una maratón o caminata a beneficio (por ejemplo, una carrera por el cáncer de mama) en honor del ser amado.


¿Alguna vez lo superaré?

Los amigos y familiares bien intencionados pueden decirle a una persona que está de duelo que necesita "seguir adelante" después de una pérdida. Lamentablemente, este tipo de consejo puede hacer que las personas duden en hablar de su dolor, o que sientan que están haciendo un mal duelo o uno demasiado prolongado, o que no son normales. Cada persona necesita su propio tiempo para encontrar alivio. La manera en que hagan el duelo de una pérdida en particular y el tiempo que les llevará son muy personales.

Sin embargo, es importante que las personas que están atravesando un duelo no pierdan las ganas de vivir. Si no te gusta la idea de seguir adelante, tal vez la idea de "continuar" te parezca más adecuada. A veces, puede ayudarte recordarte a ti mismo continuar haciendo todo lo que puedas por el momento. Si estás triste, permítete experimentar tus sentimientos e intenta no escaparte de tus emociones. Pero continúa haciendo cosas que normalmente harías, como estar con amigos, ocuparte de tu mascota, practicar ejercicio o hacer tus tareas escolares.


Seguir adelante y aliviar la aflicción del duelo no significa olvidarse de la persona que has perdido. Volver a disfrutar de la vida no significa dejar de extrañar a esa persona. Y cuánto tiempo pasará hasta que comiences a sentirte mejor no es una medida de cuánto amabas a esa persona. Con el tiempo, gracias al cariñoso apoyo de la familia y los amigos, y a tus propias acciones positivas, descubrirás maneras de enfrentar hasta la peor de las pérdidas.

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