domingo, 7 de diciembre de 2008

La Adultez Intermedia.


Las edades que definen la etapa adulta intermedia, varían de unos autores a los otros, pero todos coinciden en que oscila entre los 40 y 65 años. Jung se refiere a los 40 años como el cénit de la vida (se denomina cenit a la intersección entre la vertical del observador y la esfera celeste. Es decir, si se imagina una recta que pasa por el centro de la Tierra y por nuestra ubicación en su superficie, el cenit se encuentra sobre esa recta, por encima de nuestras cabezas. Es el punto más alto del cielo).

La tarea de terminar con la etapa adulta temprana, conlleva un proceso de revisión del pasado en el que se evalúa lo que se ha hecho hasta ese momento, y lo que se desea en el futuro. Esta "regresión evaluativa" podemos delimitarla a 4 posibles tópicos:
1) Muchas personas empiezan a experimentar el desequilibrio entre las aspiraciones de la juventud y lo que se ha conseguido en realidad.
2) Las personas tienden a cuestionarse su el estilo de vida y los compromisos contraídos en la juventud siguen mereciendo la pena.
3) Algunas personas, pueden desear vivir los años venideros de un modo distinto, aunque no sepan exactamente cómo.
4) El rol parental tienden a cambiar , ya que los hijos han crecido y pueden o no, haberse marchado de la casa; por lo que hay que redefinir los roles.

Muchas mujeres con la adultez intermedia, al ya no tener que atender a sus hijos, pueden dedicar sus energías y objetivos independientes, que requieren decisión y espíritu competitivo; a su vez, los hombres, pueden llegar a una sensibilización, donde desarrollan su capacidad de expresar emociones y de reconocer sus necesidades de dependencia.

En esta fase se puede observar, en base a las observaciones de Erik Erikson, una caracterización por la motivación hacia la generatividad vs. inmovilismo. Por generatividad entendemos aquel proceso por el cual, los individuos guían a las generaciones sucesivas o colaboran, en la mejora de la sociedad.

En cambio el inmovilismo, definido por Erikson como un anatema (etimológicamente significa ofrenda, pero su uso principal equivale al de maldición, en el sentido de condena a ser apartado o separado, cortado como se amputa un miembro, de una comunidad de creyentes), se refería a un adulto sin impulso para guiar a las nuevas generaciones, o para los que tienen hijos, los que no los cuidan; pueden ser encerrados bajo la frase de
"seres encerrados en una capsula de aislamiento y preocupados sólo de sí mismos".

A nivel de la sexualidad, tiende a decaer con el avance de la fase adulta intermedia, por muchos factores, entre ellos:
1) La creencia de que la actividad sexual vigorosa, es una prerrogativa de la juventud es suficiente para interferir en sus respuestas sexuales fisiológicas.

2) La impotencia sexual, ya sea para hombres como mujeres, y esta impotencia de origen fisiológico o psicológico.

3) Los hombres pueden padecer de una impotencia sexual, por razones diversas como lo son el exceso de alcohol, el consumo de ciertos fármacos, el estrés con fatiga, y la ansiedad.

4) Las mujeres, sin embargo, son más vulnerable que los hombres al golpe narcista que recibe el autoestima de ellas, al ver que se esta perdiendo su apariencia juvenil, muy sobrevalorada en la sociedad actual; esto por consiguiente la puede llegar a hacerse sentir “menos deseable” y por lo tanto predispuesta a una vida sexual insatisfactoria.

No hay comentarios: